El abogado Josep Cruanyes es desde el sábado presidente de la Plataforma por el Derecho de Decidir (PDD) y lidera una nueva junta que intentará cerrar las heridas abiertas hace poco más de un año. «Nuestra voluntad es de apertura y no queremos excluir a nadie», indica con tono conciliador.Cruanyes, representante de la Comisión de la Dignidad, pretende fortalecer los «objetivos fundacionales» de la plataforma. También denuncia que el Gobierno español no puede prohibir el referéndum independentista de Arenys de Munt.
¿Cuáles son los retos de la nueva junta de la PDD?
Queremos reemprender las actividades que quedaron desempleadas con el conflicto interno entre dos sectores. Hay que volver a la normalidad y llevar adelante los objetivos fundacionales. Es decir, hacer pedagogía del derecho a decidir y promover las condiciones necesarias para poder ejercer esta acción.
Así, la dirección elegida sábado es de «reconciliación»?
Evidente, hemos recibido el visto bueno de miembros de los dos sectores. Por ejemplo, tenemos el apoyo explícito de Jaime López y Carlos Castellanos, presidente y vicepresidente de la junta invalidada. En la nueva cúpula, hay gente de las dos partes y otros, como yo, que no nos posicionamos ante la desunión existente.
Excepto Carlos Rojas, no hay ninguno de los integrantes de la junta elegida hace poco más de un año y encabezada por Mònica Sabata …
También había que formar Jaume López, pero por motivos personales declinó la invitación. Nuestra voluntad es de apertura, no queremos excluir a nadie. Queremos un movimiento transversal y de unión que reúna gente de diversas sensibilidades que compartan el derecho a la autodeterminación.
Asimismo, casi la mitad de las entidades que forman parte de la PDD no participaron en la asamblea del sábado…
Durante el conflicto que vivió la plataforma, varias organizaciones apostaron por alguno de los dos bandos y otros mantuvieron al margen. Ahora, la primera tarea será rehacer esta unión e invitar a todos a estar presente.
Pretenden fortalecer los «objetivos fundacionales», pero algunos exresponsables de la PDD opinan que en vez de defender el concepto amplio del derecho a decidir, han apostado por una línea claramente independentista…
Si alguien se quiere desmarcarse es porque quiere. Intentamos ser un movimiento muy amplio desde el análisis que la vía estatutaria está colapsada. A partir de aquí, luchamos por difundir el ejercicio del derecho a decidir en toda su amplitud. En el ámbito del autogobierno, el límite máximo es si Cataluña quiere ser independiente.
En todo caso, el lema de la manifestación que secundan por la Diada es explícito: Somos una nación, queremos Estado propio!…
A pesar de la crisis interna, la PDD continuó trabajando hasta la elección de la nueva cúpula. La asamblea decidió sumarse a la marcha unitaria del Once de Septiembre y no enmendar una decisión tomada.
Así, la PDD no fija un rumbo marcadamente independentista?
El derecho a decidir es una acción radical de democracia. Decidir respecto a las infraestructuras o sobre qué tipo de gobierno se quiere. Todo esto es el derecho a decidir. La PDD, desde su fundación, se lo ha planteado de esta manera.
¿Y qué salida tiene Cataluña del «colapsado» proceso estatutario?
Los culpables de esta involución son el Gobierno estatal y los tribunales españoles. A pesar de la negación del Estado, defendemos más que nunca, que Cataluña como nación tiene derecho a la soberanía y ejercer el derecho a decidir lo que sea. A nosotros no nos toca decir el qué.
Cómo actuará la PDD si el Constitucional recorta el Estatut?
La voluntad es promover una contesta el máximo unitaria posible. Siempre hemos criticado que cada partido vaya por su cuenta en cuestiones básicas de país. No obstante, la plataforma aglutina un conjunto de entidades y la estrategia y las actuaciones concretas se deciden en asamblea.
Òmnium Cultural prepara una manifestación una vez al Alto Tribunal publique el dictamen. Participarán?
La junta anterior había tenido conversaciones. La nueva cúpula acaba de aterrizar y tendremos tiempo para hablar de esta cuestión.
Y la respuesta política cuál debería ser?
No hemos tratado este aspecto. Nuestra función no es proponer qué debe hacer el Gobierno. En todo caso, no queremos que la sentencia pueda ser un elemento de frustración. Si estamos unidos y convencidos, el país puede conseguir los objetivos que se plantee. Hay que transmitir ese sentimiento positivo y esperanzador porque que hay futuro más allá de estas situaciones.
Estos días el derecho a decidir está sobre la mesa con la consulta independentista en Arenys de Munt. Es un primer paso?
El Gobierno español no puede negar una consulta popular. Si estamos en democracia, se puede consultar todo. No estamos hablando de un referéndum oficial. Es una barbaridad democrática. No dicen que todo tiene cabida si se hace pacíficamente y de manera cívica? Si los areñenses pueden opinar sobre si hay que tapar el arroyo, luego no pueden expresar su posición sobre cualquier otra cosa? Quién marca los límites?
Cuáles serán las próximas actuaciones de la PDD?
Hoy celebramos un debate en la Universidad de Barcelona sobre cuál es la situación actual de Cataluña. Por la Diada, organizamos una marcha unitaria junto con Soberanía y Progreso, Deumil.cat y el FNEC. También esperamos respuesta del Parlamento para saber si admite a trámite la iniciativa legislativa popular para que Cataluña tenga la competencia para autorizar referendos.
Entrevista publicada en: http://www.elsingulardigital.cat
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